(Nota de Prensa de Benetako Green)

La apuesta de este gobierno municipal por el transporte público no es tal

Termina noviembre y TUVISA sigue sin recuperar las frecuencias. Tanto el alcalde como los 2 gestores de TUVISA durante la pandemia, nos vienen a decir que aumentarán las frecuencias en la medida que aumenten los pasajeros. Esto no es apostar ni fomentar el transporte público (TP), más bien es desmantelarlo.

Desde que Urtaran tomó posesión de su cargo en junio de 2015, su apuesta por el TP en VG se ha centrado única y exclusivamente en el TP de alta capacidad. Y así, se implementó el tranvía al Sur, y se va a implementar el de Salburua, el de Zabalgana y el BEI con enormes inversiones mientras quedan migajas para el resto del TP. Sin olvidar que la implementación de tranvías ha supuesto la eliminación de líneas de bus induciendo a la utilización del tranvía que es más caro.

Dejando de lado los tranvías (gestionados por Euskotren) y centrándonos en los autobuses que es lo que gestiona el ayuntamiento, nos encontramos con una inversión de más de 40 millones de euros (70 si contamos cocheras, imprevistos, etc) para que en un futuro una única línea de autobús reduzca sus frecuencias a 7 minutos con 13 autobuses eléctricos mientras el resto de las líneas seguiría teniendo las mismas frecuencias o incluso mayores con una flota envejecida (una media de 11 años y varios autobuses circulando con más de 20), con un total de 85 vehículos de los que sólo 10 son híbridos. Es importante señalar que con los 42,8 M de € del importe inicial del BEI, se podría haber electrificado casi toda la flota de TUVISA.

Pero al llegar la pandemia las frecuencias de todas las líneas disminuyen llegando incluso a tener esperas de más de 30 minutos, manteniendo a conductores/as en Erte. Esto obliga a la ciudadanía a acondicionar muy bien sus horarios ya que perder un bus supone una larga espera para el siguiente. Además, hay líneas con paradas que nunca han tenido marquesinas y otras han sido eliminadas hace meses para poner unas nuevas que no acaban de llegar con lo que las esperas se hacen más insufribles, y para colmo en horas punta, hay que subirse a un autobús saturado. Así las cosas, no es de extrañar que quien pueda opte por el coche pero quien no puede, desespera. Y todo esto, ignorando la recomendación del Gobierno Vasco de aumentar las frecuencias.

Como se ha podido comprobar en los últimos años, las pautas de movilidad evolucionan muy rápidamente por lo que una apuesta como el BEI, que en un principio no era más que cambiar un tipo de autobús por otro (por lo que no requería análisis de impacto ambiental como si requiere el tranvía), ha resultado demasiado arriesgada para una ciudad que apenas supera los 250.000 habitantes, cuyo TP lleva anclado desde el año 2006 en cifras que nunca han superado el 9% en el reparto modal (Bilbao el 22%, Donostia 19%, Pamplona 15%, Burgos 23%) y que ha requerido una obra civil de más de 20 M de €.

Y además de arriesgada puede resultar innecesaria si se sigue la estrategia actual de acondicionar las frecuencias al número de usuarios ¿Qué pasará cuando la gente prefiera otros modos de desplazamiento sostenible que el gobierno municipal dice fomentar (bicis, VMP) o teletrabaje o haga las compras y las gestiones desde casa o se alcance un urbanismo de usos mixtos que reduzca las necesidades de movilidad? ¿Se mantendrán las frecuencias de 7 minutos? Mucho nos tememos que no y el BEI habrá resultado un despilfarro más.

 

Y aquí se puede descargar el original de la Nota de Prensa en pdf

TUVISA bajas frecuencias (1)

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